jueves, 4 de octubre de 2007








El Discurso Dialógico.






Lenguaje verbal y no verbal.




Los grupos sociales pueden existir gracias a que nos comunicamos, por lo tanto, el lenguaje es social y arbitrario. Ahora bien, cuando realizamos tan importante acto utilizamos la Comunicación no verbal, en la que no se utilizan palabras y también la Comunicación verbal, en la que sí utilizamos las palabras, ya sea escritas u orales.






Sistemas de comunicación no verbal.






El lenguaje animal.





Los animales se comunican mediante gruñidos, gritos, cantos, movimientos, colores, olores...

http://es.youtube.com/watch?v=qdgv-JY6w1E&mode=related&search=




Comunicación visual.





Son los mensajes que percibimos por la vista: semáforos, señales de tráfico, un faro.





El lenguaje gestual que utilizamos al hablar pertenece a este tipo y es muy importante.






Comunicación auditiva.





Muchos gritos significan alegría, dolor, llamada... Las campanas, los timbres, el despertador pertenecen a este tipo de comunicación.






Otras formas de comunicación no verbal.





· Comunicación táctil (tacto).Abrazos, besos, apretón de manos.





· Comunicación gustativa.Sabores de las comidas.





· Comunicación olfativa.Olor de la madre para el bebé, el perfume, el olor de la comida.





El lenguaje verbo-visual.





Es el que utiliza los dos tipos de lenguajes a la vez (verbal y visual), como el cine, la tele, la publicidad, el cómic, los dibujos animados.











Actividades:










1ª.- Escribe para cada imagen el significado que te sugiere.





















2ª.- Escribe a qué tipo de lenguaje (verbal o no verbal), corresponden los ejemplos siguientes.




a) Una amiga te escribe una carta.




b) Percibes el olor del perfume de tu amiga.




c) El lenguaje de las abejas.




d) Tu madre te da un abrazo.




e) Las señas de los jugadores de mus.




f) Las señales de tráfico.








3ª.- Contempla las imágenes y escribe un texto breve que te sugieran. No olvides poner un título. Debes utilizar tu imaginación y creatividad.
Ideas:Para estar seguro de que dominas el tema debes ser capaz de escribir todas las ideas del mismo. Si recuerdas el texto que explica cada idea es que ya has asimilado la lección. Cuida tu redacción y ortografía. ¡Adelante!

EL LENGUAJE

Los niveles del lenguaje





Lenguajes de nivel culto.


Lenguaje científico-técnico:

Es el que se emplea para hablar o escribir sobre un área determinada de la ciencia o la cultura.


El lenguaje literario:

Es el nivel más alto de uso de la lengua. Es muy importante el contenido (lo que se dice) y la forma del mensaje (cómo se dice). Utiliza recursos para embellecer el lenguaje: comparaciones, metáforas...


  • El nivel culto.

Mucha cultura. Es el que utilizan las personas cultas e instruidas.


Características.


-Riqueza de vocabulario.
-Pronunciación correcta, cuidada y adecuada.
-Mensajes con orden lógico.
-Uso de cultismos (palabras que proceden del griego o del latín).Hemisferio, anacrónico, ósculo
-El nivel común o coloquial.



  • Habla familiar.

Es el que se utiliza más comúnmente.


Características.



- Es espontáneo y natural aunque, a veces, tiene algunas incorrecciones.
-Es muy expresivo y tiene muchos matices afectivos.
-A veces se descuida la pronunciación.
ej.:Dame el "reló".



  • El nivel vulgar.

Poca cultura. Lo utilizan personas de poca cultura.


Características.



- Utilizan pocas palabras.
-Oraciones cortas y sin terminar.
-Utilizan vulgarismos. En "ca" Luisa - en casa de Luisa. La "ti" Encarna - la señora Encarna.
-Los mensajes están desorganizados, no siguen un orden lógico.
-Abusan de apelaciones al interlocutor (el que escucha).¿Te das cuenta? ¿Sabes?
-Hablan siempre igual; no se adaptan a las situaciones de comunicación. Público, amigos, TV.
-Utilizan muchas frases hechas.


http://es.youtube.com/watch?v=K-P8VgEZoR4


ACTIVIDADES


1ª.- Indica a qué nivel del lenguaje corresponden los textos siguientes:



a) Las estructuras operatorias no son suficientes por sí mismas para explicar la construcción del conocimiento. Las razonas parten de la epistemología genética. El desarrollo consiste en la interiorización y transformación de los sistemas de regulación externa en sistemas de autorregulación.



b)Entonces, ¿le parece bien que pase a recoger el pedido esta tarde?Sí, de acuerdo, pero haga el favor de llamar cuando vaya usted a salir, no vaya a ser que no estemos.


c) ¡Nene, a comé la chicha que te trae la yaya! ¡Que te se cae!

d)Venga, espabila, que se te hace tarde. Y no dejes todo por ahí tirao ¿eh?


2ª.- Escribe verdadero o falso al lado de estas oraciones.



a) Los vulgarismos son propios del nivel culto del lenguaje.
b) El habla familiar pertenece al nivel coloquial.
c) El lenguaje culto tiene mucha riqueza de vocabulario.
d) El lenguaje literario pertenece al nivel culto.
e) El lenguaje científico-técnico habla sobre la cultura.
f) El habla familiar está cargada de matices afectivos.
g) El desorden de los mensajes es típico del nivel culto.


3ª.- Adapta este texto al nivel coloquial del lenguaje.



Pos aunque no tenía encasi niun rial desos cachocartones pal viaje ni na, me subí al camioneta. Aluego questaba drento del carromato queicen en la capital autobús, tuavía pude ir sentao ytó aunque to repretao, medio ringao y to tieso. Pos tuve de pagar y con pacencia me pongoservar al personal cabía alredor...(Raymond Quenau. Ejercicios de estilo. Ed. Cátedra-1987)



4ª.- Realiza un esquema en el que queden claras las diferencias entre el nivel culto y el vulgar del lenguaje. Intenta que quede de esta forma: (No es necesario que copies el del ejemplo.)



Nivel culto........................................... Nivel vulgarUtiliza recursos para embellecer el lenguaje..........Utiliza refranes y frases hechas...........................................................



Ideas:Para estar seguro de que dominas el tema debes ser capaz de escribir todas las ideas del mismo. Si recuerdas el texto que explica cada idea es que ya has asimilado la lección. Cuida tu redacción y ortografía.
El nivel vulgar.
El nivel común o coloquial.
El nivel culto.
Lenguajes de nivel culto

domingo, 30 de septiembre de 2007





Uno de los grandes temas que ha motivado a los artistas de todos los tiempos ha sido el amor. Tal vez sea su intemporalidad la que hace de éste, un tema recurrente que nunca pasa de moda. Y todos los autores, ya se dediquen a la escritura, a la pintura o a la escultura, siempre tendrán entre sus obras alguna de temática amorosa. Además, al tratarse de un tema familiar para todas las personas, pues siempre se tiene algo que decir al respecto, siempre gozará del favor popular, ya que todo el mundo podrá interpretar según sus propias experiencias lo que el autor quiere expresar, llegando a conclusiones que satisfacen en mayor grado el ansia de conocer el significado por parte de los receptores de la obra, algo que no sucederá si se trata de un tema profundamente especializado del que sólo unos poco tienen conocimiento.
Sin embargo, el arte se construye a partir de una realidad, siendo únicamente el reflejo subjetivo de una percepción humana. Así, cada artista en principio lo que plasmará en su obra será su modo de sentir y de concebir el mundo. La obra artística sería por tanto el cristal a través del que el autor ve la realidad, para mostrárnosla bajo una forma concreta, resaltando lo que quiere hacer ver, y omitiendo aquello que le parece menos importante. De este modo, para entender la relación que une a los sentimientos del artista con su obra, nos vemos en la obligación de intentar explicar el vínculo real entre ambos factores.
Para comprender la unión entre el producto creado y el sentimiento que impulsó al artista debemos tener también en cuenta el sistema de creación del arte. Nunca se crea mientras se siente, es decir, que toda obra motivada por un sentimiento ha de ser creada a posteriori, como fruto del recuerdo. Mientras el artista siente no puede emplear docenas de horas en realizar su obra, ya que eso le impediría sentir con plenitud y realizar algo más que un ripio espantoso fruto de un estado de ánimo en el que la visión artística se ve distorsionada por la sensación interna que causan las diferentes emociones. Por tanto, una obra de temática amorosa no se construye mientras se ama, sino cuando la mente está lo suficientemente despejada para ser capaz de imaginar una fantasía a partir del recuerdo de ese sentimiento.

Además de este distanciamiento entre el sentir verdadero y la obra creada debemos destacar otro factor de suma importancia. El artista es el dios creador de sus obras, y por tanto tiene poder para hacer del material originario una obra de arte. Es por eso que el tema no tiene por qué tener relación directa con lo que el autor haya sentido, sino que puede utilizar cualquier aspecto de la vida como un medio más para llegar al fin que busca, que puede ser la emoción del público, la expresión de sus ideas, una sátira social o ganar dinero, pero no debemos pensar en ningún momento que cada obra es el reflejo de los sentimientos del autor. Así que el hecho en sí de que se tome el amor como tema principal en la creación artística, no quiere decir que la obra esté motivada por este sentimiento. Y como ejemplo podríamos señalar los hermosos sonetos de Quevedo a Lisi, cuando es conocida por todos su misoginia.
De todo esto se deduce que en realidad el amor, del mismo modo que el odio, el dolor o el placer, está bastante poco presente en la construcción de la obra. Todo se reduciría a la representación de una realidad subjetiva, en el mejor de los casos. Nada tienen que ver los sentimientos del arte con los de la realidad. El arte es una artesanía construida por el hombre, que se impregnará de su estilo, mientras que los sentimientos son igual para todas las personas. No obstante, los receptores de estas obras, mediante muchos siglos de producción artística, han adoptado una serie de convenciones que les ayudan a reconocer símbolos, de modo que reconocen un tema mediante unas imágenes que se han tomado como pertenecientes a un sentimiento concreto. Por ello, si leemos en un poema del Renacimiento que una mujer es blanca como el nácar, delgada cual junco y con los labios rojos como la grana, siempre la imaginaremos hermosa, y nunca pensaríamos en una mujer completamente enferma y vomitando sangre, algo que sin duda le reportaría ese estado más propio de una tísica que de una mujer fatal.
Este tipo de convenciones nos ayudan también a interpretar los códigos en los que se va escribiendo la vida. Sería más o menos un caso similar al del sabor a fresa. Se trata del sabor de una fruta que todo el mundo ha probado y que se reconocería fácilmente. Pero que el resto de productos que hay en el mercado que se dicen con sabor a fresa, nada tienen que ver con el sabor original, sino que se trata de una convención social en la que todo el mundo acepta ese sabor artificial de fresa, como si fuera el verdadero sabor de la fruta. Por eso, ambos productos saben a fresa a pesar de las abismales diferencias e intentar llegar a conocer el amor por medio de las poesías de Bécquer sería un error tan grave como afirmar que se conoce el sabor de las fresas naturales por haber comido un chicle de ese sabor.Pero la función del arte no está sólo reservada para los grandes eruditos que sepan entenderlo, sino que mediante su análisis podemos ver también la evolución en el modo de concebir el amor y las relaciones humanas a lo largo de la Historia. Y si no, podemos comparar esas marmóreas esculturas de Apolo y Dafne, viviendo su amor divino en los jardines del Olimpo, con las "Marilynes" de Warhol, otro tipo de diosa que se repite constantemente en diferentes colores, haciendo burla de las blancas gasas que envuelven a los dioses. Y es sin duda la sociedad la que hace que cambie el modo de concebir y de disfrutar del amor.
Para comprobar el reflejo de la evolución de este modo de sentir a lo largo de los tiempos, se puede tomar una pequeña muestra literaria de cada siglo, a fin de demostrar que el estilo en la escritura no es una cuestión exclusivamente de modas, sino que la cultura del autor también influye, pudiendo llegar a verse el modo de amar y las costumbres amatorias de las personas a lo largo de los siglos. A continuación haremos un repaso extremadamente general por la literatura hablando de un modo muy breve de cómo pueden interpretarse las características literarias del momento. Lejos de pretender ser una enciclopedia de literatura, lo que aquí pretendo es ofrecer al lector en un breve espacio como un patrón por donde se pueden empezar a cortar las piezas. En realidad, si se quiere, no se trata tanto de un análisis literario de los sentimientos, sino más bien lo contrario, una exposición del modo de sentir mostrado en la literatura. De ahí que los pormenores sobre autores u obras concretas queden reservados para las grandes obras que se dedican exclusivamente a ello.
Como punto de inicio en este minúsculo recorrido podemos ver por ejemplo las jarchas, donde es posible encontrar poemas de alto contenido sexual en todas las variedades posibles, porque el amor y el sexo se tomaban de un modo mucho más natural que en siglos posteriores, en los que el tiempo cambió a toda la sociedad, y la política y la religión coartaron estas libertades sexuales intentando llevar a todos por el camino de la decencia y la castidad. El mundo se centró en las cortes de cada señor, y las grandes nobles se convirtieron en una especie de mitos eróticos de la época. Y si a ellas iba destinado el verso, no se podían decir ordinarieces ni deseos explícitos de mantener relaciones sexuales, sino que todo era corrección, romanticismo y resignación, sometidos a una métrica que de tan exacta como es, se convertía el gélida. Con este cambio se dejaron de escribir versos homosexuales o de contenido erótico y las manifestaciones artísticas se convirtieron más en alegorías, metáforas y platonismo, ante la imposibilidad de manifestar abiertamente el deseo sexual. Igualmente podemos suponer que el amor se vivía de un modo menos social, en el que ritos como el matrimonio tuvieron mucha importancia a fin de vivir sin pecado, y que el amor se vivía con muchos más tabúes que en los siglos pasados. Por eso podemos encontrar en Góngora versos alabando el dedo de una dama, portador de un anillo que al intentar sacar pincha el dedo de una joven. Todo son musas y deidades incorpóreas o inalcanzables, que hacen de toda la poesía amorosa del Siglo de Oro una recopilación de figuras retóricas que embellecen versos con un contenido tan vacuo como el del poema de Góngora, pero que en su forma de ser dicho se convierte en una joya amorosa. Y no depende del conceptismo o el culteranismo, ya que Quevedo, enemigo acérrimo de Góngora y perteneciente al conceptismo, utilizaba también estos recursos con la misma asiduidad. Y además, entre su hábeas de poesías podemos encontrar también un soneto de esta temática que comienza con el famoso verso "En breve cárcel traigo aprisionado, con toda su familia de oro ardiente..."
Posteriormente vemos cómo el amor va evolucionando con los tiempos hacia otras posturas más liberales y menos etéreas. Los sentimientos son humanos, y por ello deben vivirse de otro modo más terrenal. Por eso, en las obras de teatro del s. XVIII, vemos temas que se repiten una y otra vez como el matrimonio de una hija pactado por la madre contrariando a los verdaderos sentimientos de la chica. Es una visión del mundo mucho más fría, pero también más real, ya que la sociedad funcionaba así, y el amor estaba sólo reservado para aquellos que eran de la misma clase. El matrimonio se convirtió en una especie de punto de inicio. Primero había que elegir a un buen partido, para que después se pudiera llegar a amar a la otra persona. Por eso eran tan frecuentes los matrimonios de muchachas jóvenes con hombres viejos. Tal es el caso que se refleja en El sí de las niñas, de Leandro Fernández de Moratín. Aunque no debemos engañarnos ni recubrir el modo de pensar de este siglo con unos aires de modernidad que en realidad no existían, ya que la sociedad era bastante machista desde nuestra perspectiva, y por tanto la mujer poco tenía que opinar en aquellos arreglos matrimoniales. Prueba de ello es que no hay obras destinadas a la infidelidad o desobediencia de las hijas, a no ser que tenga un fin a gusto de todos, mientras que podemos ver otras, como El arte de las putas, de Moratín también, pero esta vez el padre, en las que se hace una especie de catálogo de las prostitutas de la época, con salarios y mañas particulares, que es en definitiva una obra de hombres para asegurar el divertimento de otros hombres.
Pero después la situación experimentó un cambio y en un movimiento que surgió como bastante reaccionario el amor se superpuso a los demás valores, dentro de una exaltación de la libertad individual. Se trata del Romanticismo, movimiento perteneciente al s. XIX. En esta época el amor se vivió con mucha más intensidad, dando lugar a conflictos familiares, si los jóvenes se negaban a contraer matrimonio al estilo del siglo pasado. Pero esta situación primera, pronto se convertiría en una pose completamente artificial que se recreaba en lo macabro, en las sombras, la muerte y los suicidios, olvidando ya los ideales de libertad individual por los que surgió. En este ámbito la poesía amorosa se convierte en algo mucho más pasional, y carente de adornos innecesarios para decir únicamente lo que se desea expresar. El amor cobra intensidad y deja de ser algo vivido entre los dioses para convertirse en aquello que hace dioses a los humanos. Los sentimientos se expresan de un modo más directo, sin miedo a obtener represalias posteriores. El amor se siente de verdad como tal, y no como una obligación. Así podemos encontrarnos también con casos de amantes que se escapan de sus hogares para ser felices, que se enfrentan a las normas de sus padres, que llegan incluso a matar por conseguir sus propósitos, y todo ello con una forma estética altisonante y tremendista.
Posteriormente, el Realismo otorgó un toque de serenidad a los sentimientos, y se centraba mucho más en las introspecciones internas de las personas, dejando a un lado todo lo accesorio de la época anterior. Son relaciones menos idealistas, donde hay también infidelidades, hijos secretos, amor no comprendido, y matrimonios de conveniencia. Pero por primera vez se toma conciencia del nombre de las relaciones entre la gente, llamando a cada uno por su nombre, aunque no sea lo políticamente correcto. Todos estos triángulos los podemos ver en obras como La Regenta, de Leopoldo Alas "Clarín". En una obra de semejante envergadura, todas las reflexiones internas de los personajes nos hacen ver el modo de sentir las relaciones de este siglo, que aunque siga teniendo matrimonios de conveniencia, el aparato psicológico que esta situación conlleva no se obvia, sino que sirve también de crítica.
Pocos años después de estos tormentos interiores, en los albores del s. XX la sociedad sufrió un cambio tan brutal que comenzó a divertirse bajo cualquier pretexto y vivió la vida mucho más intensamente. Así que es lógico pensar que las novelas eróticas proliferaron mucho más y se extendieron con más rapidez que en tiempos anteriores, ya que a veces la literatura erótica tuvo malas rachas (aunque no dejara de existir nunca). Y en esos primeros años donde las libertades eran algo patente, la poesía homosexual volvió a tener algún representante. Cada autor creaba su obra en el estilo que deseaba con el tema que le placía, aunque con ciertas cortapisas, ya que la intelectualidad femenina y su completa igualación al hombre seguía siendo una utopía.
Después la evolución siguió su curso natural avanzándose hacia un modo de pensar completamente abierto en el que cada persona estaba en su derecho de vivir la vida a su manera. Pero los totalitarismos europeos masacraron esta concepción, y durante las grandes guerras del s. XX el amor se vivía como se podía, entre balas y necesidad. El arte no plasma esta situación, ya que estaba al servicio de unas ideologías determinadas que coartaban la libertad creadora de los artistas.En los años posteriores, el arte en general se convirtió en algo convencional y nada trasgresor. Era un pasatiempo que ayudaba a olvidar la penosa situación en la que muchos países se encontraban. Así que el amor se vivía en unas familias convencionales, unos noviazgos convencionales y se tenían hijos convencionales, porque era lo único que se podía hacer. La diversión sexual, las relaciones múltiples o la homosexualidad ante la imposibilidad de desaparecer, adoptaron un papel silencioso. Nadie hablaba de aquello que no se podía hablar. Con lo que es de suponer que la producción artística referente al amor se limitaba a poemas garcilasistas, pero mucho peor escritos, a panfletos políticos, a alabanzas a la familia, a Dios, a los hijos, al amor mitológico nuevamente y, en definitiva, a dar más vueltas a los temas clásicos que no reportaban ningún problema.
Sin embargo, por más que se intente impedir, el tiempo pasa haciendo morir a la gente, a la buena y a la mala, y con ellas, el miedo, la represión y el silencio. Así que tras un largo período de experimentación de nuevas formas poéticas, reflejo de las nuevas tentativas amorosas y sexuales que se estaban llevando a cabo, hoy nos encontramos con un ambiente de libertad, en el que cada persona es consciente de que se puede enamorar de cualquier otra persona y que no hay nada malo en ello. Y el arte refleja esta nueva situación con producciones impensables en siglos anteriores, por muy liberales que fueran, en las que se defiende que no hay nada más hermoso que el amor sincero, y que aspectos como la religión, la nacionalidad o el sexo deberían ser algo secundario. Parece que al ritmo que lleva la sociedad actualmente, en unos pocos años se podrá gozar de la libertad de amar a quien se quiera, sin que suponga un motivo de vergüenza o desaprobación social. No obstante, a pesar de que la velocidad a la que evoluciona la sociedad es vertiginosa, muchas relaciones humanas siguen siendo objeto de risas, que vienen más por la desinformación y el modo de pensar del que aún somos herederos, que porque verdaderamente se piense que ese modo de vivir el amor es algo negativo o ridículo. Pero qué vamos a hacer, no podemos cambiar el mundo de la mañana a la noche. Así que sólo podemos permanecer con la esperanza de que llegue el momento en que todos puedan vivir su amor en libertad, sin miedo a la opinión pública, que aceptará cualquier relación como buena, si es fruto de lo mejor que un ser humano puede experimentar, que es sin duda el amor.









Grandes Amores en la Literatura:






1.CALIXTO Y MELIBEA









2. DON QUIJOTE Y DULCINEA









3. DON JUAN TENORIO Y DOÑA INÉS









4. DANTE Y BEATRIZ



-Dicen que a Dante le bastó ver una sólo vez a Beatriz para entender que después de todo -incluso después del infierno- es el amor, únicamente, quien puede mover al sol y a las estrellas: "La gloria di colui che tutto moveper l` universo penetra, e risplende in una parte più e memo altrove."






5. ROMEO Y JULIETA






GRANDES AMORES DE LA HISTORIA:






1. CLEOPATRA Y MARCO ANTONIO






2. LENNON Y YOKO ONNO

























ACTIVIDADES:






1. Cree un cuestionario con el escrito aquí entregado.



2. Eliga una de estas parejas e represente alguno de sus textos



3. Entregue un informe que contenga la historia de amor vivida por la pareja elegida